8 de febrero de 2010

Día 10: Playa Puñihuil (La Pingüinera)

Esta mañana el despertar fue completamente diferente, los olores, los sonidos, la luz y las gotas que caían desde el techo de la casa por causa de la llovizna intensa que nos avisaba que ya estábamos en La Isla Grande de Chiloé. Todo estas sensaciones nos daban los buenos días para comenzar una nueva jornada en el sur de Chile.
Después de levantarnos y tomar un merecido desayuno reponedor nos propusimos salir a conocer parte de la isla, pero como solo habíamos llegado la noche anterior encontramos que lo mejor era recorrer cerca de Ancud con la idea de acostumbrarnos al sector. El lugar ideal para conocer el primer día era la Playa Puñihuil, mas conocida como La Pingüinera. Esta playa se encuentra a 30 Km al oeste de Ancud y el nombre de Pingüinera se debe a que allí se encuentran dos especies de pingüinos, los de Humbolt y los Magallánicos, siendo el único sector del Pacifico donde ambas variedades conviven. En la misma playa se puede encontrar nutrias, lobos marinos, cormoranes, carancas y muchas otras especies de aves y animales, convirtiendo a Puñihuil en un espacio ideal para conocer de cerca el inmenso patrimonio medioambiental de Chiloé, es por esta razón que podemos encontrar una oficina de la Conaf a orillas de la playa.

El cielo estaba completamente tapado por nubes, como había dicho anteriormente una llovizna intensa mojaba todo a su paso, pero no apagaba las ganas de conocer la mística isla. Ya salíamos de Ancud con dirección a La Pingüinera.




Luego de unos kilómetros por un camino asfaltado llegamos a un cruce donde pasamos a un camino de ripio, el cual a causa de la llovizna mas bien era un camino de barro. Era necesario conectar el 4x4, no por lo dificultoso del barro, si no que por lo resbaloso de la superficie.
Hay personas que quizás estarían maravillados con un día de Sol y con un calor tropical, pero la verdad es que el día estaba preciso para disfrutar de la misticidad de Chiloé, le daba un tono totalmente misterioso y eso era lo que andabamos buscando.




El paisaje alrededor del camino era simplemente espectacular. Completamente sureño.




El camino hacia La Pingüinera es principalmente de ripio, luego de un buen rato de rectas y curvas abiertas comienzan aparecer bajadas y curvas mas cerradas, todo esto a medida uno se va acercando a la costas.
Luego de los 30 km. desde Ancud, apareció ante nuestros ojos una playa abierta con unos islotes a la orilla y unas pocas casas, un paisaje sacado de alguna película.
Después de una larga bajada llegamos al nivel de la playa y antes de tocar la arena se encontraba este letrero con las siguientes indicaciones.




Al entrar a la playa el camino de ripio se termina, solo quedando la posibilidad de conducir por la arena de la playa, pero no es nada para alarmarse ya que la arena es bastante húmeda y compactada como para lograr manejar el vehículo sin la necesidad de tener 4x4. Solo al entrar hay un pequeño riachuelo, pero nada de que asustarse, es posible llegar con un vehículo 4x2. La siguiente imagen era la vista desde el letrero que se encontraba antes de que se terminara el camino de ripio.




Al ingresar a la Playa Puñihuil aparecen las casas que se veían desde lo alto, también aparece una pequeña cantidad de lanchas y claro los islotes que llaman mucho la atención.
Luego de cruzar el riachuelo que se encontraba en la entrada y ya en la arena comencé a sentir un sonido extraño mientras avanzaba con el jeep. Al principio no entendía que era, pero luego de poner atención y bajar el volumen de la radio para lograr descifrar el sonido, supimos que se trataba de la arena. Algo había allí que sonaba al pasar con la rueda, era como si hubiera bajo la arena una bolsa con pelotitas de aire de esas típicas para embalajes y que al pasar la fuéramos reventando.
Recorrimos toda la orilla de la playa, maravillados de como era posible que hubieran casa y restaurantes a la orilla de la playa y que la calle principal era la misma arena. La siguiente imagen es desde el otro extremo desde donde termina la Playa Puñihuil.




Mientras nos devolvíamos estábamos completamente maravillados de este pequeño, pero hermoso y misterioso lugar. Iba manejando con casi la mitad del cuerpo afuera intentando sacar fotos desde el jeep.




Hasta las gaviotas era impresionante, tenían un tamaño muy superior a las que normalmente vemos en el litoral de la zona central de Chile.




A la mitad de la playa aproximadamente se encuentra la oficina de Conaf, y ahí encontramos dos personas paradas afuera de ella. Nos acercamos para poder tener un poco mas de información y saber donde podíamos conseguir alguien que nos llevara a conocer la zona de los pingüinos. Nos dijeron que era imposible que alguien nos llevara, el oleaje estaba muy complicado y las lanchas tenían prohibición de salir.
Ellos amablemente nos invitaron a pasar a esta casa de la Conaf y al ingresar nos dimos cuenta que tenia una especie de exposición con imágenes de la abundante flora y fauna que se encuentra en este lugar.






El guarda parque encargado del lugar comenzó a darnos una charla bastante interesante sobre cada especie que se encuentra en Puñihuil y nos mostró las diferencias entre los pingüinos de Humboldt y los Magallánicos.




Conversamos un rato bastante extendido con el, nos contó de todo y también nos mostró fotos que habían sacado gente de la National Geographic que había estados días antes ahí en La Pingüinera haciendo un documental sobre el Chungungo una especie de nutria conocida como Gato de Mar.
Las fotos las tenia en su computador y eran simplemente espectaculares, de una calidad increíble totalmente reconocible de que no se trataba de ninguna imagen de algún aficionado como yo, si no que de un profesional.
Luego de un rato nos invito a que pasáramos hacer un "pequeño trekking" por el cerro que se encontraba detrás de la oficina de Conaf. Nos dijo que llegaríamos a la cima, que durante el camino podríamos encontrarnos con miradores para poder apreciar la Playa Puñihuil. Antes de ir tuvimos que cambiarnos de zapato ya que la llovizna se hacia cada vez mas tupida y mojaba bastante.




Esta era  la oficina de la Conaf, aquí sale en la imagen Carla y Fermín preparandose para caminar, eran aproximadamente 15 minutos de sendero.






Cuando ya nos encontrábamos listo para recorrer aquel sendero, el guarda parque nos hizo otra invitación y le pidió a su acompañante que luego supimos que se trataba de su hijo, que abriera una especie de taller o bodega al costado de la oficina. Nos invito a pasar y cuando entramos había una caja de estas para transportar mascotas. El hijo se agacho y se acerco a abrir la caja, al abrirla y mirar dentro de ella esta fue la sorpresa que nos llevamos.




Siiii.... habían dos pingüinos dentro de esa caja, al principio nos pareció raro que los tuvieran encerrados ahí, pero nos contaban que estaban enfermos y no podían soltarlos hasta que mejoraran.








El hijo del guarda parque tomo uno con sus manos, eso si que con bastante precaución ya que pueden llegar a darnos una gran picotazo.




Si se dan cuenta este pingüino tenia su cuerpo con verde, eso era producto de una diarrea de la cual ya se estaba recuperando.






La especie que vimos ahí fue un Pingüino de Humboldt, ya que se diferencia de los de Magallanes por que el de Humboldt posee solo una franja negra entre el pecho y la cara, a diferencia del de Magallanes que posee dos. Pero ya era momento de dejarlos descansar.




Ya estábamos listos para recorrer aquel sendero al cual se entra por la parte de atrás de la Conaf. No sabíamos de que se trataba, pero nos dijeron que era un sendero corto, de tan solo 15 minutos aproximadamente, pero en el cual podríamos ver harta variedad de flora de la zona.




Las primeras plantas que nos daban la bienvenida eran las Nalcas, corresponden a esas hojas grandes que se ven al fondo de la foto anterior. Son muy abundantes en el sur de Chile y muy utilizadas para diferentes cosas. La nalca, forma parte del tallo del pangue, el cual crece entre fines de agosto hasta noviembre en sectores húmedos y con mucha vegetación. Típica y recurrente es la imagen de chilotes cubriendo un sabroso curanto con hojas de nalcas; sin embargo, su utilización es muy variada, por ejemplo los mapuches extraían de esta planta el tinte rojo, con el cual teñian sus vestimentas, también lo empleaban como medicina, debido a su carácter diurético.
Hoy es consumido como una buena alternativa para apaciguar el calor y la sed, ya sea en ensaladas o simplemente con un poco de sal y merkén.




El sendero estaba hecho principalmente de concreto y barandas de madera, era mas que nada escaleras entremedio de un camino cubierto de un verde increíble, a ratos nos se lograba ver hacia el mar.




Y llegamos al primer mirador, donde se encuentra una banca para poder contemplar el paisaje de la playa con sus islotes. Era momento de fotos.






Y por supuesto que no podía faltar la panorámica respectiva, para que puedan entender todo lo que estaba ante nuestros ojos.


Panorámica, haz click sobre la imagen para poder ver a tamaño original.


El verde acompañado de las gotas eran realmente increíble, la humedad era exquisita.




Subidas y bajadas por escaleras de concreto se presentaba el sendero entremedio de ese túnel verde, que tan bien nos hacia respirar ese olor.






Y mas escaleras...






Ya llegábamos a la cima...




Ya en la cima al final del sendero podíamos ver esto hacia el este.




Todo el trayecto del sendero contamos con la presencia de una muy buena compañia, una especie de anfitriona que nos mostraba la hospitalidad que existe en Chiloé, obvio que a ella también había que fotografiarla. El guarda parque nos dijo que le decían la Adriana Barrientos, ya que se iba con cualquiera... ¬¬






Desde aquí se ven los pingüinos!!!... sii... aunque bastante lejos, pero algo podíamos ver, así que un acercamiento para poder ver mejor.




Algo abajo llamaba la atención a Adriana...




Luego de quedarnos contemplando un buen rato el paisaje de la playa, decidimos comenzar el descenso ya que era hora de almorzar y algo bueno teníamos que probar en uno de los restaurantes de la playa.






Mientras bajábamos nos encontramos con este ejemplar... era realmente impresionante, al parecer toda la flora y fauna de Chiloé consumen hormonas, porque su tamaño es muy diferentes a lo que vemos en la zona central. Sin ninguna vergüenza este caracol poso un buen rato frente al lente.












Al bajar el sendero ya tenia un nuevo comprador para el Samurai. El guarda parque comenzó a convencerme de vender el jeep y seguir en bus el resto de viaje que nos quedaba, casi lo logra.
Ya era momento de despedirnos y continuar conociendo la mágica Playa de Puñihuil, así dejabamos al guarda bosque y su hijo.






Hacia el Restaurante "El Rincón"...


Foto sacada desde la cámara de Carla.

Dentro de los tres restaurantes que se encuentran en el lugar elegimos el último llamado "El Rincón", al parecer no era el mejor día ya que el restaurante estaba solo para nosotros. Así que antes de todo pedimos que nos pusieran una buena música chilota y de entradas unas exquisitas empanadas de loco (800 pesos / 1,6 US$).




En este lugar fue donde nació la foto que sale al inicio de este blog.




Por si alguien quiere saber si realmente traen loco las empanadas...




El plato de fondo sin lugar a duda tenia que ser loco. El loco o chanqué en Perú es una especie de molusco que habita exclusivamente en las costas de Chile y al sur de Perú. Su carne es muy apetecida, así que a veces se hace difícil de encontrar buenos locos.
Pero aquí estaba un plato sencillo de 3.000 pesos (6 US$), con tres locos de buen tamaño con mayonesa y tres papas cocidas, con una cama de lechuga. Para acompañar una ensalada de tomate y lechuga, junto a un vino blanco bien helado (4.000 pesos / 8 US$).






No miento en decir que fueron uno de los mejores locos que he probado en mi vida, estaban realmente muy bien preparados. Parecia cortar mantequilla con el cuchillo, realmente muy bien preparados.






Por supuesto que este momento necesitaba ser inmortalizado...




Como las empanadas del principio estaban tan buenas, decidimos comernos otras. Así que aquí si le  muestro las empanadas enteras.






Cuando terminamos de almorzar decidimos tratar de acercarnos a donde se encontraban los pingüinos con la idea de poder tener una mejor visión. Esta era la visita que teníamos desde el restaurante de los pingüinos.




Un zoom digital para ver mejor...




Hay estaban, pingüinos de Humboldt y Magallánicos conviviendo. También lográbamos ver algunos lobos marinos.




Pero antes de acercarnos a los pingüinos una última foto a Adriana, ya que al parecer le iba hacer honor a su nombre partiendo con las primeras personas que la llamaban.




Para llegar al lugar mas cercano donde poder ver a los pingüinos debíamos pasar por un roquerio, pero nada muy complicado.






Al fondo se encontraban los pingüinos...




Desde aquí ya se podían apreciar mucho mejor...




Acerquemonos un poco mas...




Había muchas mas cosas por ver, como este Pato Jergón Grande paseando con su retoño que al vernos nos saludos... en serio, es verdad.






Una vista hacia Puñihuil...




El lugar era realmente espectacular...




Una panorámica de los islotes de Puñihuil, simplemente mágico...




Y nuevamente se paseaba adelante de nosotros...




Otro visitante teniamos ante nuestros ojos el conocido Churrete, no se si le hace honor a su nombre, pero ahi estaba..mmm... sin problemas.




Al ir volviendo encontramos lo que causaba ese sonido de reventar pelotitas de aire cuando pasábamos sobre la arena. Era una especie de alga, estaba junto a los guiros.




Llegamos nuevamente al restaurante para ya partir de vuelta a Ancud, pero antes de subirnos Paula quizo probar sus nuevas botas de agua con diseño animal print... totalmente Wild!.




Ya arriba del Samuka y cruzando la playa era inevitable sacarle algunas fotos a esas gaviotas gigantes, no se si estaban manipuladas genéticamente, pero su tamaño era algo muy inusual para nosotros.






Ya en el camino de ripio nos comunicamos con mi amigo Sergio (Colorín) para saber en que parte del sur se encontraba y nos comento que se encontraba en Ancud, así que quedamos de juntarnos hacer algo en la noche. En ese momento decidimos para en un cruce que se encuentra antes de llegar a Puñihuil, se encuentra un letrero de madera y un bello mirador donde se puede apreciar la costa poniente de la isla.




Esta es la información que se encuentra en el letrero...




Y este es el mirador, a su lado se encuentra una casa de madera, al parecer estaba abandonada. Fue el momento preciso para tomar un rico café para el frío.




Aquí el Samuka al lado del letrero, pueden observar que el primero dice "Monumento Natural Islotes de Puñihuil" y el pingüino indica donde queda La Pingüinera.




Y una última foto del mirador antes de llegar a Ancud.




Luego de llegar a la cabaña y tomar un merecido descanso apareció el Colorín que gracias a su GPS no le costo nada localizar la ubicación de donde estábamos.
El Colorín como ya había estado anteriormente en Chiloé conocía un lugar, una especie de mirador donde podríamos tranquilamente beber una piscola (pisco + cola) con vista al mar. Así que sin pensarlo dos veces nos subimos a la Tucson del Colorín.
Como aún continuaba la lluvia decidí no sacar mi cámara, así que las siguientes imágenes fueron tomadas desde la cámara de Carla.


Foto sacada desde la cámara de Carla.


Foto sacada desde la cámara de Carla.


Foto sacada desde la cámara de Carla.


Cómo la lluvia no cesaba y ya nos encontrábamos bastante mojados decidimos continuar con las piscolas en la cabaña.
La siguiente foto es de Colorín junto al gran invento, un colgador de ropa que se encontraba al lado de la Bosca, muy práctico ya que servía para secar la ropa húmeda. El Colorín la estaba probando con la  suya.


Foto sacada desde la cámara de Carla.


Y con estas últimas fotos terminamos la jornada de hoy...






Fue una gran día para comenzar a conocer la magia de esta isla maravillosa. Sabemos que nos queda mucho por recorrer, pero sin lugar a duda el día de hoy es uno de los mas recordados por todos nosotros.
Aunque no tuvimos la posibilidad de conocer de cerca donde se encontraban todos los pingüinos, tuvimos la posibilidad de ver de muy de cerca dos de ellos y también conocer gente increíblemente cariñosa, con muy buena disposición y muy amable, cosas que en la ciudad uno no puede ver.
Para mañana tenemos pensado continuar con nuestro recorrido por la isla, nos alejaremos un poco mas y conoceremos lugares espectaculares como Dalcahue y Castro para así llegar cada vez mas al sur hasta nuestra meta que es el hito 0 de la Panamericana en Quellón.

Para ver todas las fotos de esta jornada haz CLICK AQUÍ.

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Saludos!

Don_Checho


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2 comentarios:

  1. ¡Qué buen blog! Hace poco adquirí un Samurai 96. Qué buena maquina! un poco de mantenimiento y ha ganado fuerza. Pregunto: ¿Cómo modificar el puesto de atras para que quepan tres personas cómodamente? Como habrán notado, las dos llantas reducen el espacio de una persona. Gracias por la ayuda y a lo mejor nos vemos por allá en 2011, pues planeo viajar desde Colombia hasta Chile (por supuesto, en el Samurai). Saludos!

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  2. Muchas gracias por tu comentario Miguel Ángel y felicitaciones por tu Samurai, muy buena elección. Ya veras como te va a pedir salidas offroad donde anda muy muy bien.
    Con respecto a tu idea de crear una especie de asiento para acomodar mejor a tres personas atrás y que no queden sentados arriba del tapa barro, alguna vez lo pensé y busque algún ejemplo para ello, pero no lo encontré. Creo que por la simple razón de que el Samurai no esta diseñado para llevar 3 personas atrás. El fabricante dice que su peso máximo es 250 Kg. y ya al sentarse dos se puede ver como baja la parte de atrás, con tres es mucho mas y no recomendable. Yo por mi le sacaría los asientos traseros y lo dejaría solo para dos personas (piloto y copiloto) y atrás lo dejaría con unas especie de cajones para poder transportar cosas.

    Saludos amigo y espero ver pronto fotos de tu Samurai!!!

    Don_Checho

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